¿Está el cambio climático detrás del perpetuo anticiclón y de un posible aumento de las sequías en España?

Los científicos llevan más de una década alertando de que el cambio climático nos traerá un aumento de los extremos meteorológicos y el presente les está dando la razón. 

En España es normal tener periodos anticiclónicos más o menos duraderos, es normal, sobretodo en la mitad sur y Mediterráneo tener sequías más o menos duraderas, pero si echamos la vista a los últimos años podemos comprobar como en España hemos pasado varios periodos de extremos meteorológicos. 

El año 2010 fue muy húmedo en la mayor parte de España sobretodo en la mitad sur y Canarias y Baleares recibieron precipitaciones muy por encima de lo normal llegando en el conjunto de España a unos valores de precipitación un muy por encima del valor medio normal. En Galicia recibimos la visita de borrascas muy profundas, algunas de ellas formadas en procesos de ciclogénesis explosivas. 

En cambio si nos vamos al invierno 2012 fue extremadamente seco en la mayor parte de España donde los periodos anticiclónicos evitaron en gran medida la llegada de las borrascas atlánticas. En Galicia nos pasamos largos meses sin rastro de borrascas atlánticas con un anticiclón que dominaba de una forma que parecía no tener fin.

Fuente: Aemet

Todos recordamos lo que sucedió el Invierno 2013/2014,  justo antes de las navidades del 2013 un nuevo patrón de ciclogénesis explosivas con temporales históricos en el Atlántico norte, barrieron el Oeste de Europa generando olas gigantes que dejaron imágenes para el recuerdo en lo que muchos calificaron como uno de los peores inviernos desde que se tienen registros. Los telediarios nos mostraron imágenes que parecían sacadas de películas y nosotros mismos fuimos testigos de imágenes espectaculares que quedan en el recuerdo. Este periodo con diferentes eventos duró prácticamente todo el Invierno.

Precisamente desde el año 2013/2014 comenzó una sequía en el sureste de la península con un déficit de precipitaciones histórico, y desde finales del pasado Otoño las altas presiones se están mostrando más persistentes de lo normal dejándonos el año pasado un déficit de precipitaciones importantes salvo en puntos del cantábrico donde fueron muy superiores a lo normal.

Este Otoño todos sabemos lo que está sucediendo y creemos que a pesar de que como comentamos al inicio del artículo, sequías siempre hemos tenido en España, algunas muy prolongadas en el tiempo como en la década de los 90, lo que estamos observando es que ahora estamos pasando en pocos años a patrones muy diferenciados, con periodos de sequía alternados con inviernos muy crudos, en los que las borrascas están mostrando una capacidad pasmosa para formarse de forma explosiva, encadenándose impactos sucesivos en las costas Europeas.

En puntos del noroeste de Europa en los últimos inviernos no han faltado los temporales encadenados con procesos explosivos, que están dejando temporales muy duros, algunos de ellos históricos. Este mismo Otoño se está repitiendo este patrón y en las próximas semanas el noroeste de Europa va a recibir un nuevo tren de borrascas atlánticas.

También podemos recordar los veranos con temperaturas récord como este pasado y en general a escala global solo tenemos que observar las claras anomalías positivas en las temperaturas que tenemos en lo que irremediablemente va a ser el año más cálido desde que se tienen registros.

Estas son las anomalías positivas que tenemos hoy 11 de Diciembre a escala global:

Podemos ver la desviación positiva que tenemos que el el caso de nuestro hemisferio llega a ser de 0.75ºC

Vamos a ver ahora las anomalías en la temperatura de la superficie del mar a escala global, donde se observa claramente las anomalías positivas de EL NIÑO en el pacífico y las anomalías negativas que tenemos en el Atlántico norte que tanto están dando que hablar a la comunidad científica.

 Estamos por tanto ante gran cantidad de energía acumulada en el planeta, con marcados contrastes que están favoreciendo el aumento de los extremos meteorológicos de los que están dando testigo los diferentes récords que se están registrando, no solo por calor, sino por temporales históricos y en general en un aumento en la intensidad y frecuencia de los fenómenos adversos.

El calor del sol acumulado en la tierra y las diferencias térmicas son el motor del sistema climático. El aumento de la temperatura global supone un aumento de la energía disponible para alimentar todo este sistema, sin olvidarnos que el planeta tiene sus propios mecanismos para compensar los cambios que a pesar de que se han dado ya en el pasado, el hombre se ha empeñado en acelerar provocando cambios inciertos. 

Varios estudios apuntan a que el cambio climático aumentará los periodos de sequías en nuestro país, pero en nuestra opinión parece que el patrón no tiende a ser por lo menos de momento, de largos años de escasez de precipitaciones como ocurrió en la década de los 90. Más bien parece que tiende a comportarse en ciclos más o menos cortos en los que se alternan periodos muy secos, con periodos muy húmedos, sobretodo tal tendencia se aprecia en las comunidades con influencia atlántica.

También hay otros estudios que apuntan a que paradójicamente el calentamiento global, puede derivar en Europa en inviernos más fríos por la posible interrupción de la corriente del golfo, a causa del acelerado derretimiento del hielo en Groenlandia y la consiguiente llegada de grandes cantidades de agua dulce al atlántico norte. Las anomalías negativas del Atlántico norte que comentábamos están dando mucho que hablar, podrían estar relacionadas con esto último. 

Esto lógicamente no sucederá a corto plazo, pero para los que sientan curiosidad os dejamos un enlace para el seguimiento de la corriente del golfo. 

Una cosa tenemos clara, el cambio climático ya no es futuro, es presente y como hemos comentado en otros artículos los cambios no necesariamente son progresivos. Nos preocupamos de que planeta le dajaremos a nuestros hijos, pero ¿y si debiéramos preocuparnos por el planeta que nos estamos dejando a nosotros mismos? en las próximas décadas lo sabremos.

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