En el pronóstico estacional para el otoño que realizamos a finales del verano, apuntamos a que una de las claves en la transición hacia el invierno podrían ser los bloqueos anticiclónicos en latitudes altas. Estos bloqueos forzarían los descensos de las pulsaciones de aire frío a latitudes medias y una recuperación de la circulación zonal (oestes).
Estos pasos se han ido completando durante el otoño, y en estos momentos nos encontramos a pocos días del inicio del invierno meteorológico con las piezas en una posición favorable para ver cosas interesantes.
¿Por qué son favorables los bloqueos en latitudes altas para ver dinamismo en latitudes medias?
La dinámica de fluidos en la atmósfera es muy compleja y sencilla al mismo tiempo. Conforme avanzamos hacia el invierno, la radiación solar disminuye en el hemisferio norte, sobre todo en zonas polares, donde vamos a pasar una larga temporada sin radiación. Esta falta de energía de nuestro astro rey, el Sol, provoca que las moléculas del aire se vayan enfriando y pierdan energía.
Las masas de aire en la atmósfera no están quietas por diferentes factores. Tenemos unas zonas con masas de aire mucho más cálidas cercanas al Ecuador, donde tenemos mayor radiación solar y, por ende, energía. Con otras, donde tenemos masas mucho más frías (Ártico) donde no llega la radiación solar, o es mucho más baja.
En busca del equilibrio atmosférico
A nuestra querida tierra no le gustan los desequilibrios, con un sistema atmosférico muy complejo, pero al mismo tiempo siguiendo una reglas muy básicas. Las masas cálidas se desplazan en dirección a las frías para buscar un equilibrio. Cuando te echan la sopa muy caliente en un plato y, para enfriarla, la cambias a otro, estás potenciando la transferencia de energía (calor) a ese otro plato que está más frío. Si la diferencia de temperatura es muy grande, todo se acelera y la sopa se enfría antes. Si el plato está caliente, la sopa se enfría más lentamente.
Bueno, pues es precisamente lo que ocurre en invierno. El Ártico se enfría mucho y la atmósfera se tiene que emplear con más dinamismo para enviar las masas cálidas de latitudes bajas hacia el Polo. En verano, la circulación atmosférica, con el Jet Stream como uno de los principales actores, se vuelve más lenta y perezosa, debido a una menor diferencia entre masas.
En estos meses el aire frío es mucho mayor en el Ártico, con el vórtice polar dando vueltas y confinando el aire frío.
Pero ahora viene uno de los puntos más importantes que estamos analizando. De poco sirve que tengamos una diferencia térmica muy importante entre latitudes altas y bajas, si el vórtice polar se muestra muy compacto y confinando el aire frío en latitudes altas. Para que la inestabilidad alcance de nuestras latitudes, las masas de aire frío tienen que descender hasta nosotros para interactuar con las masas más cálidas y húmedas y generar borrascas e inestabilidad. Si esto no sucede, esas interacciones se producirán en latitudes más altas sin afectarnos.
¿Qué va a suceder previsiblemente en las próximas fechas?
Ahora te voy a enseñar la estructura de las masas de aire en latitudes altas y medias.
Modelo ECMWF, vista Global
Este es el mapa previsto para hoy viernes 25 de noviembre. Observa la estructura del vórtice polar troposférico. Se encuentra fragmentado, con uno de los núcleos sobre el Atlántico Norte. Tenemos bloqueos en latitudes altas (colores más claros) que llevan semanas poniendo en aprietos su estructura, normalmente más circular, que confina mejor el aire frío en latitudes altas.
Esta es otra de las cosas sencillas de entender en la dinámica atmosférica. Si tenemos masas más cálidas, conocidas como burbujas cálidas en latitudes altas con bloqueos, las masas de aire frío se ven obligadas a circular por latitudes más bajas.
Ahora te voy a enseñar lo que previsiblemente va a suceder a inicios de diciembre.
Sábado, 3 de diciembre
Según los cálculos actuales del modelo europeo, y también de otros modelos, a inicios de diciembre el vórtice polar troposférico va a tener una estructura más fragmentada, con bloqueos más fuertes en latitudes altas.
Quiero que observes como los bloqueos en latitudes altas fuerzan a que las masas de aire frío desciendan hacia nuestras latitudes.
Tenemos masas que podrían llegar desde el Atlántico, con borrascas y precipitaciones, al tiempo que desde el interior del continente, se estarán acercando masas de aire muy frías.
¿Qué más datos tenemos que respalden estos escenarios?
Uno de los indicadores que nos ayudan a detectar bloqueos en latitudes altas son los índices de AO (oscilación ártica) por sus siglas en inglés.
Cuando se producen bloqueos en latitudes altas con un vórtice polar troposférico más fragmentado, los índices de AO descienden a valores negativos.
Es precisamente lo que va a suceder en las próximas fechas.
¿Continuidad?
Además de estos movimientos, esta semana hemos comentado también los primeros calentamientos que se observan en la estratosfera. Los calentamientos súbitos estratosféricos son precursores de eventos invernales importantes. El ejemplo más mediático de todos lo tuvimos con Filomena, un seguimiento que comenzamos el 18 de diciembre de 2020 con un calentamiento súbito estratosférico.
Ojo, no estoy diciendo que lo que te voy a enseñar ahora, sea el precursor de una Filomena. Pero es un dato interesante a la hora de estudiar la posible evolución del vórtice polar, tanto en su parte estratosférica, como en la inferior, la troposférica, que nos afecta de una forma más directa. La historia de los seguimientos meteorológicos en invierno está llena de calentamientos estratosféricos sin consecuencias para nuestro país, o incluso para el hemisferio norte.
Calentamiento de la estratosfera, 5 de diciembre
En estos últimos días de noviembre ya estamos viendo un cierto calentamiento en la estratosfera. Lo interesante es que a inicios de diciembre vamos a ver nuevas pulsaciones de energía desde la troposfera a la estratosfera, que seguirán calentando la misma.
Estos calentamientos, en ocasiones, cuando son muy vigorosos, ponen en aprietos la estabilidad del vórtice polar, primero en su parte estratosférica y, en ocasiones, la troposférica, la que nos afecta de una forma directa. No son de momento calentamientos muy dramáticos, pero son signos que apuntan en una dirección compatible para ver eventos interesantes.
Como he dicho últimamente, estamos en un momento clave en la evolución atmosférica para el invierno. En otros años, después de un otoño lluvioso en amplias regiones, el vórtice polar se fortaleció mucho a estas alturas, cortando en seco la inestabilidad y confinando el aire frío en latitudes altas.
Los bloqueos recurrentes durante buena parte del otoño en latitudes altas y la dinámica que observo en estos momentos, es favorable para ver cosas interesantes en las próximas semanas.
Todos estos datos hay que analizarlos con calma en los próximos días.
No tengo dudas de que vamos a ver cosas interesantes en latitudes medias, ahora falta por ver si nos afectan de lleno a nosotros.
Seguiremos informando.
Un abrazo.
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