La belleza de la Madre Naturaleza es tan grande que nunca te cansarás de verla. 

El ser humano se acostumbra y aburre de las cosas muy fácilmente. Recuerdo cuando era un niño y llegaban turistas a mi barrio, en la costa de Vigo, y me decían que si éramos conscientes de las vistas tan bonitas que teníamos. Cuando te acostumbras a ver algo todos los días, muchas veces dejas de valorarlo en el nivel que merece. 

Pero esa es la gran diferencia que hay entre las cosas materiales y la Madre Naturaleza. Un paisaje de una zona bella del interior, de montaña, de playa, donde sea, el ser humano que sea capaz de verla con la mente despierta y con el corazón, jamás se cansará de observarla y siempre valorará cada segundo que pase. 

Las personas que de alguna forma estamos conectadas con la naturaleza y la atmósfera desde niños, nunca nos cansaremos de observar cosas como las que esta mañana hemos visto en Vigo. Bueno, en este caso gracias a mi madre, Mayka Pérez, que siempre que tiene la oportunidad captura imágenes como la de esta mañana. 

Me la ha enviado para que la comparta. 

Foto tomada esta mañana de un arcoíris doble en Canido Playa, Vigo, Pontevedra

Te imaginas por un momento lo que pasaría por tu cabeza si nunca hubieses presenciado un arcoíris y de repente se presenta delante de tus ojos algo así. 

Hay cosas en la vida que da igual las veces que lo veas, pues siempre será como la primera vez. 

Un abrazo. 

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