Análisis de la evolución atmosférica, jueves 19 de noviembre de 2020

Un otoño irregular que ha dejado lluvias mal repartidas y en algunos casos torrenciales

Estamos en los últimos días del otoño meteorológico y podemos ya analizar y sacar conclusiones. Ha comenzado con nevadas tempranas tal y como estaba previsto, con importantes descensos térmicos, que sin embargo han dado paso a otros momentos con temperaturas más elevadas. Ha sido un otoño lluvioso en algunas regiones, con registros muy llamativos, aunque las precipitaciones se han concentrado en eventos muy concretos que han dejado precipitaciones de tipo torrencial. 

En zonas como Galicia hemos tenido un otoño bastante más próximo a lo que es habitual, alejado de los anómalos veroños, con episodios de lluvias o lloviznas mucho más moderadas. En otras regiones las lluvias no han aparecido o han sido muy escasas. 

Las temperaturas se han disparado en los últimos días a valores muy superiores a la media. Hoy mismo en Galicia estamos en manga corta por la calle.

Un otoño irregular, intermitente con el “motor” arrancando por momentos, pero sin llegar a “carburar” como se esperaba. Algunos observadores tendrán la percepción de que ha sido un otoño lluvioso y otros todo lo contrario. Lo que es cierto es que en algunas zonas del interior, las lluvias han llegado y los campos lo han agradecido. En otras en cambio, no.

Es complicado que llueva en toda España y mucho más que lo haga de una forma regular, sobre todo en los últimos tiempos. Me alegro por las zonas que han visto sus campos regados este otoño, sobre todo si las lluvias han caído sin hacer daño y espero que en las próximas semanas, sean las zonas más necesitadas las que vean llegar el líquido elemento.  

Vórtice polar troposférico más organizado y las pulsaciones de aire frío

El otoño muy irregular y menos lluvioso en algunas regiones, para mí ha estado en el fortalecimiento del vórtice polar troposférico, que no ha impedido que las pulsaciones de aire frío alcancen nuestro país, para formar danas, que han provocado intensas lluvias. Sí, sí, pulsaciones de aire frío, que algunas personas les chirría este término, pero lo que alimenta las borrascas en latitudes medias es la entrada de pulsaciones de aire frío, que no implica que nos congelemos. El aire frío entra, sobre todo en altura y el contraste con el aire más cálido y húmedo que se encuentra en nuestras latitudes, da lugar a las queridas lluvias. Es algo básico.

Pero incluso en algunos momentos ese aire es lo suficientemente frío para provocar nevadas en zonas altas o incluso bajas. Quería aclarar esto porque algunas personas se piensan que cuando hablamos de que llegan pulsaciones de aire frío, estamos anunciando la nevada del siglo, y lo único que hacemos es hablar de los movimientos habituales de la atmósfera, que alimentan situaciones de inestabilidad, en algunos casos más acusadas y con mayor impacto. 

En estos momentos el vórtice polar troposférico muestra signos de fragmentarse y favorecer la llegada de pulsaciones de aire frío a latitudes medias con más facilidad. Algo que los modelos numéricos ya comienzan a dibujar para la próxima semana. Los índices de AO acompañan este escenario, con una clara caída en las próximas fechas. 

Lo importante es ver el alcance en el tiempo de este patrón y si favorece un bloqueo en latitudes altas persistente. Nos adentramos en semanas clave para ver si el vórtice polar se compacta y fortalece como el año pasado, o las piezas se ubican de un modo distinto que impida que coja la inercia del pasado invierno. 

Ya sabéis que me gusta ver al vórtice como una enorme peonza que da vueltas. Nos interesa que su equilibrio se vea perturbado e impida que vaya cogiendo fuerza. Si lo hace, será capaz de mantener el aire frío más estable cerca de su centro.

Pero si las piezas se mueven de forma favorable, sus movimientos serán más erráticos y podremos pasar el invierno con mayores probabilidades de ver aire frío alimentando la inestabilidad en nuestras latitudes. 

Vamos a ver lo que nos dibuja el modelo GFS para finales de mes:

Con la línea roja he delimitado más o menos los bordes del vórtice polar troposférico que estará previsiblemente más debilitado o fragmentado, esos movimientos más erráticos, ondulados, favorecen la llegada de pulsaciones de aire frío a latitudes más bajas. Nosotros recibiremos una ración acompañada de inestabilidad. Pero al mismo tiempo dibujo una línea blanca, que sería más o menos los bordes de un vórtice polar más fuerte y acoplado, con unos movimientos menos erráticos, que confinan el aire frío en latitudes más altas. 

Es mucho más complejo, y entra en juego su hermano el vórtice polar estratosférico con sus acoples e inercias, pero es un rápido dibujo para ilustrar lo que previsiblemente vamos a ver en la recta final de mes, y lo que debe suceder para aumentar las probabilidades de ver inestabilidad y frío sobre nuestro país. 

Antes de finalizar el mes publicaré lo que creo, puede suceder durante este invierno en nuestra atmósfera cercana. 

Para terminar quiero dar las gracias a todas las personas que me han mostrado su afecto en estos momentos complicados a nivel personal. La pérdida de un ser querido siempre es dura. Pero lo es más cuando el que parte es una buena persona con un gran corazón. Tu esencia está ahora en nosotros, y en el viento. Te quiero. 

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