El avance del CCA, algunas consideraciones y evolución

En lo que llevamos de septiembre ya hemos visto nevar en los Pirineos y Sierra Nevada, además del episodio histórico de lluvias torrenciales.

Cuando hice el pronóstico estacional para el otoño, mencioné que este año el otoño entraría pronto, pero incluso mis expectativas se han visto superadas, con las nevadas que han caído no solo en los sistemas montañosos del Norte, sino en el Sur, en Sierra nevada, donde en los últimos años podíamos pasarnos la mayor parte del otoño e incluso invierno sin ver ni un copo. Por otro lado, las lluvias torrenciales han hecho acto de presencia en el Mediterráneo, con una virulencia inusitada. 

El año pasado en uno de nuestros artículos sobre el avance del CCA, hacíamos mención a la necesidad de limpiar los cauces de los ríos ante los cambios que se están comenzando a perfilar. Sigue siendo a día de hoy una necesidad urgente, no solo en aquellas localidades que históricamente se han visto afectadas por riadas, sino en otras que aparentemente no lo han sido. A lo que nos enfrentamos es a algo con mucho más recorrido histórico, estamos entrando en un Cambio Climático Abrupto (CCA) que traerá fenómenos extremos anómalos a zonas donde hace siglos que no se producen y por tanto, se piensa erróneamente que no se van a registrar. 

Cuando escucho la frase de “los más viejos del lugar no ha conocido tal cosa” me pregunto si la gente es consciente de que 70 o 100 años en climatología, es un grano de arena en una playa. Los ciclos climáticos tienen un recorrido mucho más largo y la historia demuestra que son capaces de provocar cambios muy profundos y abruptos en la sociedad. 

¿Qué va a suceder en los próximos años?

Pues el CCA seguirá amplificando las anomalías que ya estamos observando en todo el mundo. El invierno en el Hemisferio Sur ha dejado eventos de frío muy intensos, con numerosos récords, que han afectado de forma importante algunas cosechas. Hemos visto un evento de Calentamiento Súbito Estratosférico histórico, que demuestra que lo que está sucediendo en la atmósfera tiene la capacidad de modificar los patrones a gran escala. 

Los próximos años veremos un recrudecimiento de los patrones anómalos, sobre todo en latitudes medias. Los cambios en la circulación atmosférica y oceánica cambiarán los patrones a pequeña y gran escala. Ya lo estamos observando en estos últimos años, con los bloqueos de los ramales del Jet Stream que provocan anomalías cálidas o frías durante largos periodos de tiempo , de semanas o meses. En los próximos años, según avance el Mínimo Solar Moderno (MSM) estos patrones de bloqueo de los ramales del Jet será más duraderos, pudiendo provocar largos periodos (años) de elevada pluviosidad sobre amplias zonas continentales, olas de frío más recurrentes y persistentes, sequías o periodos de temperaturas muy elevadas. Patrones bien documentados en el último Gran Mínimo Solar (Maunder).

Este mismo otoño ya vamos a ver patrones que servirán de adelanto de lo que está por venir. Las pulsaciones de aire frío sobre latitudes medias y las gestación de borrascas explosivas en el Atlántico Norte, serán más frecuentes. Los episodios de frío y nevadas serán noticia en los continentes antes de la llegada del invierno. 

Este fin de semana veremos la llegada de los primeros frentes Atlánticos de entidad del otoño Meteorológico. Regarán la fachada Atlántica Peninsular, de Norte a Sur, e incluso es posible que alcancen la zona centro. En el Este además se reproducen las tormentas, por lo que seguimos con una dinámica de precipitaciones en amplias zonas que nada tiene que ver con la de los últimos años. 

Los índices de NAO y AO están mostrando el patrón de montaña rusa anunciado en el pronóstico estacional y de cara a finales de mes espero que caigan en picado tal y como estaba previsto, sobre todo la NAO, a pesar de los amagos de ascensos disparados. 

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