En los próximos días lloverá en amplias zonas de nuestro país con riesgo de inundaciones en el Mediterráneo
A estas alturas queda claro que la dinámica de este otoño nada tiene que ver con la de los últimos años. Las lluvias están llegando con más facilidad a nuestro país, e incluso ya hemos visto nuestras montañas vestidas de blanco. Los descensos de masas de aire frío desde latitudes altas no ha cesado, incluso durante el verano, alimentando la gestación de numerosos y recurrentes focos tormentosos que no solo han dejado abundante lluvia y aparato eléctrico, sino que han venido acompañadas en algunos momentos de granizo de gran tamaño y vientos huracanados.
Mucho dinamismo en la atmósfera que responde a los cambios que se están produciendo a gran escala en la circulación atmosférica. No es casualidad que los episodios de lluvias torrenciales este año sean más importantes, al igual que tampoco lo es que las tormentas hayan sido más virulentas y frecuentes durante la primavera y el verano. De hecho han sido el pilar de nuestros pronósticos estacionales para los dos periodos.
Ahora comenzamos a ver más aire frío acumulado en latitudes altas y las masas de aire frío ganan profundidad y expansión, con un Mediterráneo que guarda aún energía por radiación solar durante el verano, lo que nos da un coctel perfecto para la interacción de masas y desarrollo de tormentas.
Pero en realidad el director de orquesta y el verdadero responsable de lo que estamos viendo y lo que está por venir, es el Jet Stream. Con sus cambios en la circulación y un claro aumento de las ondulaciones, está provocando que poco a poco la circulación meridional se imponga en el Hemisferio Norte. De este modo las masas frías tienen más facilidad de alcanzar zonas templadas y las masas cálidas de llegar a latitudes más altas, dejando temperaturas muy superiores a lo habitual.
En nuestras latitudes los fenómenos meteorológicos extremos se nutren de contrastes de masas, por lo que una circulación más meridional, favorece el encuentro de masas cálidas y frías.
Por otro lado tenemos en las ondulaciones del Jet los tremendos bloqueos anticiclónicos que además de poder provocar temperaturas superiores a lo habitual en latitudes altas, pueden canalizar vientos fríos sobre latitudes medias, o como es el caso que nos ocupa, canalizar vientos de largo recorrido por el Mediterráneo cargados de humedad hasta las costas de la Península.
Vemos en el mapa superior la posición de la DANA a finales de semana al Sur de la Península, que junto con la posición del anticiclón, es capaz de inyectar vientos desde el Mediterráneo con lago recorrido, lo que aporta un ingrediente muy importante para la torrencialidad, aire cálido y húmedo. La DANA es el resultado del aire frío que ha descendido desde latitudes altas. El ingrediente estrella de las lluvias torrenciales es el aporte extra de energía que inyecta el Mediterráneo en forma de calor y humedad.
En el mapa de humedad a 700hPa vemos como en puntos de la comunidad valenciana la humedad durante el episodio llegará a ser del 100%, lo que ayuda al disparo y desarrollo de los focos tormentosos. Si vemos una simulación de las precipitaciones previstas, podemos ver como en estas zonas se pueden alcanzar precipitaciones muy importantes a partir de la madrugada del Viernes hasta el sábado a las 00:00h.
El modelo utilizado para la simulación superior es el WRF. Pero si observamos otros modelos también nos dibujan las precipitaciones más importantes en esta zona del Mediterráneo.
Estamos viendo el modelo Europeo en su última salida. En general en todo el Mediterráneo vamos a ver precipitaciones importantes, pero la pregunta que muchos os hacéis en estos momentos es:
¿Caerá la tormenta más violenta en mi localidad?
Desgraciadamente no hay una respuesta por parte de los modelos numéricos a esta pregunta, podemos saber las zonas donde la inestabilidad va a ser elevada y por ende, se reúnen los ingredientes para que se desarrolle uno o varios núcleos tormentosos que dejen en poco tiempo precipitaciones torrenciales, pero el corte y simulación de los modelos en la atmósfera no es exacto. Sabemos que tenemos un área de X kilómetros cuadrados donde se van a formar núcleos tormentosos, pero el lugar exacto donde la energía se acumule y se desarrolle el foco más virulento y sobre todo, que el lugar donde descargue coincida con una zona que alimente un torrente con alto potencial de inundación de zonas pobladas, son palabras mayores.
Ante tal incertidumbre, hay un antídoto muy eficaz. Si sabemos que estamos en zona con riesgo de inundación, aunque la última fuese hace 200 años, la precaución y la prevención nos pueden ayudar a salvar vidas.
¿Qué podemos hacer si estamos en zona inundable con avisos por fuertes lluvias?
- Lo primero es que toda la familia esté informada del episodio de fuertes lluvias.
- Evitar salir a zonas cercanas a ríos o torrentes, incluso aunque lleven años secos.
- Nunca cruzar torrentes o zonas inundadas, ya sea andando o en vehículo. La fuerza del agua incluso en poca profundidad nos puede arrastrar.
- Tener un plan coordinado con toda la familia en caso de inundación, con las cosas importantes que nos llevaremos de casa y un punto de encuentro.
- Tener teléfonos con las baterías cargadas, agua, linternas y el depósito del coche con suficiente combustible por si es necesario evacuar a la familia.
- Si tenemos niños pequeños, personas mayores o dependientes, tener un plan en caso de tener que abandonar la vivienda y no dejar lugar a la improvisación de última hora.
- Tener reservas de medicamentos, sobre todo de tratamientos importantes.
- Hacer caso a las indicaciones de los servicios de emergencias o cuerpos de seguridad del estado.
- Si el coche queda atrapado en una riada, llamar inmediatamente al 112 e informar de la situación y atender a sus indicaciones.
- En caso de tener que abandonar el vehículo y no poder abrir las puertas por la presión del agua, romper las ventanillas con los pies.
- Si tomamos medidas de precaución y nos anticipamos a lo que pueda suceder, vamos a ser capaces de responder de una forma mucho más tranquila y organizada.
- En la riada de Baleares algunas personas salvaron la vida por ser capaces de reaccionar a tiempo al ver lo que comenzaba a suceder.
Nuestra recomendación es que nos informemos con antelación y en todo momento sobre la evolución atmosférica, algo que podemos hacer en la página de la AEMET. Además de ampliar información sobre las medidas de prevención y reacción que podemos tomar para poner nuestra vida a salvo.
No cuesta mucho tener todos estos conocimientos y pueden salvarnos la vida. Si finalmente no sucede nada, mejor que mejor, pero en caso de suceder seremos capaces de reaccionar antes y mejor.
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