¿Qué está sucediendo en el Atlántico? ¿Por qué no nos han llegado las borrascas este invierno?

Como un azucarillo se han diluido todas las pulsaciones importantes que han insinuado afectar a la Península durante este invierno 18/19.

Hay inviernos en los que el Vórtice Polar se muestra intratable, con el aire frío confinado en el Polo y un Jet Stream circulando mayormente por latitudes altas sin ondulaciones muy pronunciadas, lo que se traduce en general en inviernos suaves tanto en Europa como en USA. Otros en cambio el Vórtice Polar se muestra más débil y fragmentado, en ocasiones fruto de Calentamientos Súbitos Estratosféricos como los de este año. Cuando esto sucede, el Jet Stream, que es el guardián o barrera que separa el aire frío del polo del tropical, traza por el Hemisferio Norte ondulaciones mucho más pronunciadas, que hacen llegar por un lado el aire cálido arrastrado desde zonas tropicales hasta latitudes más altas, y por el otro el aire gélido de latitudes altas a zonas templadas, lo que provoca episodios de frío y nevadas más importantes como los que hemos visto este invierno en USA y Europa. 

Ambos eventos de temperaturas máximas y mínimas de récord, tienen al mismo responsable. El Jet Stream y sus ondulaciones. 

En los últimos años el Jet Stream ha provocado anomalías muy marcadas y persistentes en diferentes puntos del planeta. Por un lado tenemos los bloqueos más persistentes como los que han asolado el Oeste de Estados Unidos, con sequías interminables, que han hecho que los incendios forestales masivos sean casi algo normal. En otros puntos del planeta como España, hemos visto en los últimos años patrones de bloqueos persistentes que también han provocado sequías con incendios forestales masivos durante los meses otoñales. 

Los efectos de las amplificaciones del Jet

Las amplificaciones de las ondulaciones del Jet también están provocando que en meses de invierno como este mismo febrero, o diciembre de los últimos años, tengamos temperaturas de más de 25º en zonas como Galicia. Algo que lejos de ser puntual, se ha convertido en una costumbre en los últimos inviernos. 

Pero lo preocupante no es solo las ondulaciones más pronunciadas. Vamos a ver lo que ha sucedido este invierno en España y lo que está sucediendo en el momento de escribir este artículo:

En estos momentos el Jet Stream está trazando una ondulación de libro justo frente a las costas de España, canalizando vientos desde latitudes mucho más bajas, donde la radiación solar es mayor y se alcanzan temperaturas más elevadas. Cuanto más pronunciada es la ondulación y “engancha” desde zonas más próximas al Ecuador, las masas de aire que nos inyecta serán más cálidas. Ahora sigue la trayectoria del Jet hasta el Norte de Europa y fíjate como comienza a descender, provocando un patrón totalmente opuesto al que tenemos nosotros. En este caso arrastra masas de aire más frías que están provocando nevadas y temperaturas bajo cero. 

En medio de las dos ondulaciones tenemos el anticiclón y nosotros nos quedamos bajo sus efectos con el añadido de quedar en el ramal ascendente del Jet, lo que provoca tiempo estable, con temperaturas más propias del inicio del verano en algunas zonas. 

La persistencia del patrón

Pero esta configuración por si sola no puede ser la responsable de que tengamos un invierno tan anómalo. Lo que está potenciando las anomalías es la persistencia del Jet a trazar las ondulaciones en un mismo punto durante semanas o meses. En los últimos años hemos visto como estos patrones han provocado sequías persistentes en determinadas regiones del planeta, España incluida. En zonas de Europa han llegado a tener problemas con algunas cosechas y hemos visto cambiar el paisaje de las islas Británicas de una forma abrupta, perdiendo el verde en pocas semanas. Las temperaturas elevadas del verano pasado en países de Europa que derivaron en incendios forestales, fueron provocados por estos patrones del Jet que entra en una especie de modo “bucle” o “bloqueo”, repitiendo las ondulaciones en un mismo punto en su desplazamiento. Esto hace que en dichas zonas se registren durante semanas anomalías muy marcadas que pueden provocar serios problemas. 

Si el Jet se queda en modo “bucle” con el ramal descendente sobre una zona, provocará una mayor incidencia de las pulsaciones de aire frío y si lo hace con la parte ascendente, tocará lo que hemos vivido hasta la fecha en España durante este Otoño/invierno 18/19. Algo que podría estar a punto de cambiar en breve. 

Si analizamos los patrones del Jet sobre la zona de Azores-Península este invierno, veremos que de forma recurrente se han producido ondulaciones justo antes de que el Jet nos alcanzara. Está pasando en estos momentos y ha pasado en otros momentos del invierno:

El invierno podría haber sido suave en general en el Hemisferio Norte, con una circulación zonal (Oeste a Este) alta, que hubiese dejado las borrascas en latitudes más altas, pero en general este invierno 18/19 pasará a la historia por pulsaciones de aire frío y nevadas de récord en USA y Europa. La pulsación que seguimos durante casi un mes para el día 22 de febrero se registró y alcanzó latitudes más bajas que las nuestras, pero se quedó en el Atlántico, afectando a las islas Azores, con ciclones explosivos que han dejado olas de 14m y vientos de más de 150Kmh. 

¿Qué puede haber provocado el patrón recurrente de ondulaciones justo al llegar a la Península?

Es relativamente sencillo llegar a la conclusión de por qué no han llegado las borrascas a la Península en un invierno cargado de eventos importantes en el Hemisferio Norte, pero lo complicado es saber por qué el Jet ha decidido curvar su trayectoria de una forma tan impresionante una y otra vez justo a las puertas de la Península. 

Es algo que a un servidor se le ha escapado este invierno y reconozco que he estado por primera vez en muchos años descolocado. No termino de comprender lo que ha sucedido, aunque podría tranquilizar mi inquietud simplemente pensando que nos ha tocado el lado “malo” de la circulación en el Hemisferio Norte una y otra vez, y que en el resto si se ha cumplido el pronóstico estacional. Pero mi instinto no se queda tranquilo con este pensamiento. Necesito respuestas ya que lo de este invierno me ha abierto muchas inquietudes sobre lo que ha pasado y aunque quisiera no podría conformarme. 

Podemos plantearnos muchas tesis sobre le motivo, pero creo que necesito ver como evoluciona la transición hacia el verano y sacar más conclusiones sobre este “extraño invierno”. 

¿Cambios en el horizonte?

Llevo días haciendo el “seguimiento del hilo” que se ha ido engordando y afilando en cada salida como si la atmósfera quisiera alargar esta agonía. Los modelos nos dibujan con mayor a menor incidencia un descenso de la circulación ciclónica a nuestras latitudes a partir del día 3 de marzo aproximadamente. 

Este cambio de patrón llegaría por fin gracias a que el Jet consigue trazar una ruta más directa sobre la Península. Vamos a verlo:

A pesar de que siguen las ondulaciones, el bloqueo se rompe por fin y las bajas presiones consiguen alcanzar la Península. Se que algunas personas pensarán que esta circulación solo favorece a una regiones y otras podrían quedarse con menos agua o ninguna de inicio. Pero es ya todo un síntoma que se vaya rompiendo el bloqueo y que el Jet y las masas de aire frío comiencen a circular por nuestras cabezas. A partir de ahí, muchos matices se pueden ir dando. 

Muchas cosas que estudiar en una atmósfera que estoy seguro que nos va a mostrar comportamientos sorprendentes en el futuro. 

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